Sunday, July 26, 2009

Los cuervos han dejado de contar

Me estacioné afuera de la casa de Chloe. Usualmente ella está lista a tiempo antes que yo, pero al parecer ya tiene la manía de cada mujer de cubrirse ritualmente de maquillaje.

Fuera de traer ojos de mapache desvelado, el resto de su maquillaje me da igual. Por alguna extraña razón me gusta que tenga mucho rimmel. ¿Por qué?

No tengo ni fruta idea. ¿Y sí no lo sé yo, como podrán saberlo ustedes?

Como sea, ya viene ella. El cavalier empieza a detenerse y le doy unas patadas. Abro la puerta y ella sube.

-No me gusta tu música.
-"Hola, ¿cómo estás?"
-Uy, no aguantas nada.

Nomás porque hay testigos...

En fin, tenía que llevar a Chloe a un cumpleaños de sus papás. Si me guiara por las pendejadas de Rius o cualquiera de esos comunistas lamepenes del PRD, diría que son fresitas nuevos ricos. Pero no lo soy. Aunque si son fresitas nuevos ricos que marcharon en la Marcha por la Seguridad.

Como diría Homero cuando creó su propia secta: todo el mundo son tontos menos yo.

En fin, iba manejando y esta mujer se puso a jugar con el Zune. Ahora, no sé si les ha pasado, pero esa es una mentada de las peores. No, no que yo tenga una móndriga Zune en vez de una iPod como medio mundo y su sirvienta.

Hay límites. MUY CLAROS y verdaderos e INTOCABLES límites. Y meterse con la selección musical de la persona que maneja es algo que te permite saltarte la convención de Ginebra.

Chile piquín. Check. Tehuacán. Check. Coartada. No. NO GO!!!!

No sé que tanta idiotez me venía diciendo Chloe. Usualmente me desconecto cuando ella habla. Es mi amiga desde la prepa y es con mucho dolor que veo como cada año se vuelve más pendeja. Sí. Lo dije. Lo tenía que decir. La mayor frustración que he vivido es ver como todos mis amigo de la prepa se apendejaron (o de plano algunos se suicidaron).

La generación noventera. El mejor año de mi vida fue 1994.

Tan lejano. Tan cercano a mi corazón.

Pinche Chloe me acaba de quitar "Perfect Blue Buildings" de Counting Crows.

"Mr. Jones es la única buena de ellos".

Lo dice la que sólo escucha "Losing my religion". Lo dice la que cree que "Smells like Teen Spirit" es la mejor canción de los noventas. Lo dice ...argh, bueno, me entienden, ¿verdad?

Y si no, fóllense.

El otro día que estuve limpiando (tirando cosas) en mi cuarto, me encontré mi diario de ese año. Vaya que era un jodido hijo de puta. Creo que todavía estoy jodido. Recuerdo mucho mi fijación con el disco de "August and everything after" de Counting Crows. Recuerdo haber grabado varios cassettes con algunas de sus canciones y regalarlos.

Extrañamente, ese disco me pintaba una realidad que yo quería vivir: una relación dañada. Recibir esas llamadas a las 2, 3 de la mañana. Platicar en un café por horas al ritmo de musica grunge con una chava de pelo negro rizado, camisa de cuadros, una boina e ideas raras. Soñaba con que esa relación dañada me inspiraba a caminar por las noches, a veces en la lluvia, a veces no. Me inspiraba a salir a manejar sin dirección alguna de noche.

15 años después y todo eso nunca pasó. Se acabó la prepa. Se acabó esa escena musical. Mis amigos y amigas ahora son gente de familia, con responsabilidades. Ellos siguieron adelante y yo me quedé atrapado.

No es que no haya intentado avanzar. Pero todos mis intentos de "pertenecer" han sido frustrados. No lo digo sólo por música, pero por otras cosas quizás menos superficiales. El matrimonio me parece una farsa (es una estúpida y patética lucha de poderes). Los trabajos me aburren a los 3, 5 o 6 meses. Nada de lo que hago parece tener importancia o trascendencia.

Y ni me hagan hablar del amor. Me acuerdo que platicaba con una amiga el otro día y le decía que no siento nada. Me gusta la idea de querer a alguien, pero ya no siento lo mismo. Simplemente o hice callo o me vale pito.

Los papás de Chloe son como mis papás: piensan que ando tras ella. Nunca me ha interesado y es mi amiga, pero la verdad no se por qué me llevo con ella aún de todos estos años. No me interesa ni amorosa ni sexualmente. No soporto la mayoría de sus conversaciones. Sus amigos son una bola de fresas pendejos con diplomados en marketing o psicología Gestalt.

Pero salgo con ella por "old time's sake". Por alguna razón, tengo la esperanza que algo, un recuerdo, un comentario, UNA PINCHE PALABRA me haga recordar los tiempos mejores. No me refiero a los 90s, pero me refiero a los mejores tiempos de mi estado mental. Cuando todavía añoraba. Cuando TODAVIA SENTIA.

Estoy en la "Curva del Diablo" y me acuerdo de Katia. La chica Miller. Simplemente me salió al recuerdo. Salgo de la infame curva y pienso en Selma. La Finlandesa Simancas. Todas esas historias, todas esas mujeres. ¿Quiénes son? ¿Dónde están?

"Oh".

Le pregunto a Chloe qué sucede.

La piel se me enchina. Ese sonido de doce segundos que sólo se escucha si le trepas totalmente al radio. Esos acordes tan lastimeros.

"Step out the front door like a ghost into a fog where no one notices the contrast of white on white".

Detengo el coche y le doy un manotazo al volante. Empiezo a llorar y Chloe me abraza.

Ella sabe.

(continuará)